No quieren que Cristo reine
ni en sus vidas ni en las nuestras,
destruyen las sociedades
sembrando odio y violencia.
Resucitan sus fantasmas,
sus demonios del pasado,
que ahora muestran otra vez
y los están agitando.
Inventan ideologías
enfermas de destrucción,
intentan romper familias,
a la mujer y al varón.
Y a los niños los confunden
y los van envenenando,
ni niña ni niño, niñe,
a tus papás no hagas caso.
Con cuatro charlatanadas
a las minorías compran,
seguirán con sus problemas
mientras tanto ellos engordan.
Parece que son muy fuertes,
agreden todo lo santo,
pero con Cristo no pueden
aunque ataquen a cristianos.
Van a chillar y gritar,
confundir, mentir, robar...
y como no lo consiguen
terminarán por matar.
Dios tenga misericordia,
que cambien y se arrepientan,
les espera su desgracia,
el juicio de Dios se acerca.
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