Juan ha visto y ha creído,
habla de lo que ha vivido,
no nos cuenta un cuento chino,
estaba allí y es testigo.
Se recostaba en su pecho
escuchando sus latidos
y se adentró en el misterio,
vio morir clavado a Cristo.
Jesús lo entregó a María,
hijo y madre, madre e hijo,
de ella mucho aprendería,
su Evangelio de amor hizo.
El Apocalipsis narra,
desterrado y perseguido,
apóstol de vida larga,
que vio el final de los siglos.
¿Qué le contaré a mi hermano?
Le cuento lo que yo he visto,
lo que han tocado mis manos
cuando aún estaba perdido.
Que Cristo me ha redimido,
que no me espera el olvido,
que la Virgen nos da signos,
que tú puedes ver a Cristo.
Comentarios
Publicar un comentario