Era un parque de atracciones,
una vez entré en el cielo,
entre nubes de colores
volabas sin tener miedo.
Qué bonito sería ver
también así a mi mujer,
que el cielo pueda tener,
que se pueda convencer.
¿Cómo lo podría hacer?
¿Cómo encontrar el secreto
para que pueda creer?
Un niño tendré que ser.
Las heridas afectivas
que tienen niños y niñas
pueden durar una vida,
cuesta encontrar la salida.
Le pido ayuda a María.
Madre, a ti me he consagrado,
como un niño me he portado,
no nos has abandonado.
Sólo hay que tener paciencia,
en Jesús has confiado.
La divina providencia
os hará este gran regalo.
https://evangeliomeditadoenverso.blogspot.com
https://www.justinianas.org
https://youtube.com/@monjasjustinianasonil6039
Comentarios
Publicar un comentario